La digitalización ha cambiado el panorama laboral actual y futuro.
En los tiempos que corren y en un entorno laboral incierto, es normal pararse y preguntarse qué es lo que va a pasar y cómo podemos adaptarnos a ello. El riesgo a la obsolescencia y a quedarnos atrás del cambio es aún mayor en la actualidad. Esto no puede frenarnos, todo lo contrario, tiene que impulsarnos a la renovación y a la actualización constante. Conocer las profesiones del futuro y las nuevas realidades con las que nos vamos a encontrar es clave para subirse al carro del futuro profesional. Sigue leyendo y adelántate al futuro.
En cierto modo, podría decirse que ya estamos viviendo con el futuro. Las decisiones a nivel profesional y personal que vamos a tomar hoy, afectarán a nuestra manera de adaptarnos a las nuevas realidades laborales mañana. Está claro que la digitalización ha llegado para quedarse, y está abriendo espacio a la conectividad, la automatización, la robótica, la inteligencia artificial (IA) y la diversidad. Pero sobre todo está abriendo las puertas al cambio estructural del sistema tal y como lo conocíamos. La dinámica laboral también se ha visto afectada por estas nuevas tendencias.
¿A qué se debe exactamente este cambio en la dinámica laboral actual y futura?
Si algo es una realidad es que el trabajo “para toda la vida” ya no existe. Los millennials,–según la consultora de empleo Deloitte– tienen el hábito de cambiar de trabajo cada 28 meses y, además, representarán el 75% de la base de talento en 2025.
El cambio, esa es la clave. La existencia permanente de la posibilidad de renovarse, de dar un giro a nuestra situación laboral. De ello no solo son conscientes los millennials, también las empresas están al tanto de cómo se mueven las nuevas generaciones y por esa razón se han replanteado la dinámica laboral.
La nueva realidad propone dos escenarios completamente disruptivos. Por un lado el fin del desarrollo del plan de carrera dentro de una compañía, y por otro, el surgimiento de nuevos factores clave que garantizarán el éxito en las carreras profesionales. Los factores clave que las empresas van a valorar en el talento son competencias como, la flexibilidad y la capacidad de adaptarse al cambio, así como la formación disruptiva y además valores como la honestidad formarán parte también de estos nuevos factores preponderantes que marcarán la diferencia en el entorno laboral, todo esto como consecuencia del impacto de las profesiones más demandadas hoy en día.
Gracias a la digitalización, la generación de datos y de información es imparable, así como lo es la evolución tecnológica. De ahí que adquieran protagonismo conceptos como la inteligencia artificial (IA) y el big data, y con estos la demanda de analistas y expertos en big data, desarrollo de software y analítica y ciberseguridad.
Los perfiles que demandan las empresas en la nueva era digital.
Según un estudio de Infojobs entre las profesiones del futuro más demandadas se encuentran:
- Data Scientist/ Especialista en Big Data
- Nanomédico
- Growth Hacker
- Ciberabogado
- Desarrollador de aplicaciones web y móviles
Son numerosas las empresas que demandan estos perfiles tecnológicos y actualizados. Resulta evidente que, el sistema académico tradicional no es suficiente para abarcar estas nuevas necesidades del mercado laboral. De ahí el surgimiento de numerosas formas novedosas de formarse en este tipo de áreas. Este cambio no solo afecta a los profesionales que buscan trabajo, también a las empresas. Estas han tenido que plantearse nuevos modelos de organización para reclutar y seleccionar, que ahora están enfocados a la contratación de empleados especializados y con habilidades concretas. En cuanto al desempeño, dentro de las organizaciones se promoverán los equipos de autogestión, que permiten reasignar las funciones y los roles de los trabajadores según las demandas de la compañía.
Ahora, ¿cómo quieres que te vea el mercado laboral? Es hora de sumarse al cambio, “adaptarse o morir” dándole al play a tu rumbo profesional, formándote en nuevas áreas y siendo parte de el equilibrio dinámico entre las nuevas demandas y el profesional que puede satisfacerlas. ¡Adáptate a los entornos de trabajo y continúa ofreciendo valor en la era digital!
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