Seguro que todos lo hemos pensado: la educación no es que sea del siglo pasado, sino que está estancada desde hace 500 años. Y es que el mundo avanza tan rápido que nos da por escondernos entre los avances tecnológicos y una enseñanza mediocre que damos por buena casi sin quererlo. 

Durante casi 25 años, sin excepción, todos los seres humanos recibimos y vomitamos la información. En cambio, sobrevivimos sin aportar a la sociedad ningún tipo de valor, lo que nos hace preguntarnos: ¿No estamos lo suficientemente preparados?

¿Cuál es el verdadero reto de la educación? En Codenotch nos preguntamos: ¿La educación cambia las nuevas profesiones, o las nuevas profesiones cambian la educación?

Al estar en un mundo tan globalizado y digitalizado es paradójico pensar en la posibilidad de que las tendencias educativas vayan, cada vez más, hacia el trato personal e individualizado del alumno, en cambio, así es. 

Si hablamos de marketing es fácil: pensamos en personalizar un producto para nuestro cliente. Es común recibir mensajes personalizados ya que, el cliente, eres tú y ese mensaje debe llevar tu nombre, tus gustos, tus necesidades reales. Entonces, ¿por qué no pensar que nuestros alumnos son también nuestros clientes? ¿Por qué no adaptar el concepto ‘educación’ a cada alumno?

Cuando hablamos de las aulas del siglo XXI, podemos ver a profesores involucrados con la innovación y el cambio, que conocen la personalidad, las necesidades y la visión de futuro de cada estudiante para poder extraer el máximo partido a su potencial y talento. 

Si ponemos la mirada en los centros y profesionales que están cambiando la educación a nivel global, nuestra visión va directamente a lo que conocemos, en cambio, hay también muchas organizaciones, empresas o, incluso, profesionales únicos que se dedican a dar sentido a una educación del siglo XXI. 

Codenotch es una de estas empresas, por eso, luchamos por una mejora diaria en la calidad en la enseñanza con una experiencia personalizada para cada uno de nuestros alumnos. Brindamos calidad docente y preparamos a los alumnos para un ámbito profesional real.

Ventajas de educar con pocos alumnos

Esa individualización que recibe cada alumno en nuestra casa, hace de Codenotch una escuela muy interesada en el progreso y aprendizaje de cada uno de ellos con nuestros bootcamps de Desarrollo web y móvil y Data Science.

Es un hecho: Las clases, no solo con pocos alumnos, sino también personalizadas, son mucho más efectivas que las clases masificadas de los que todos sido juez y parte y que, en lugar de tener un nombre,  todos los estudiantes son un número. 

En el libro Brain Rules de John Medina se explica perfectamente: “En la educación actual no se tiene en cuenta que cada cerebro funciona de manera diferente, no hay un cerebro igual que otro, por eso cada niño es y aprende de forma diferente”.

No solo este autor ha afirmado esta teoría. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD) constata también que el número de alumnos no es la única variable que mejoraría la calidad de la educación, también hacen mención al número de horas de clase de los alumnos y el número de horas que trabajan los profesores.

Estas son algunas de las ventajas que se obtiene en las aulas con pocos alumnos:

  • Relación muy cercana entre profesores y alumnos: Conocer a los alumnos en el plano académico y personal supone mayor facilidad de comunicación, de involucración y por supuesto, de enseñanza. Además, permite que el profesor pueda dedicarles más tiempo de manera individualizada, y resolver sus dudas adaptándose a sus necesidades. Con estos grupos pequeños era capaz de hacer mayor cantidad de trabajos en el aula. Dedicar más tiempo a cada alumno también permite realizar más trabajos en el aula. Se reducen los problemas disciplinarios, puesto que los grupos son fáciles de controlar, y al tener una relación más cercana con ellos, existe cooperación entre el grupo para facilitar las clases. 
  • Instrucción diferenciada: Es importante diseñar una manera de enseñar que coincida con el aprendizaje de los estudiantes. La meta es única, en cambio, la manera de enseñar debe variar de acuerdo a cómo focaliza los conocimientos quien lo recibe.
  • Estrategias de enseñanza de apoyo: Se utiliza este tipo de estrategia con un único objetivo, mejorar la eficacia del resto de estrategias de aprendizaje para adaptarse a las distintas condiciones de cada alumno en los que juegan los siguientes aspectos: la motivación, la atención, la concentración y el tiempo. Es indispensable observar también el tipo de fórmulas que funcionan y no funcionan en determinados ámbitos de estudio.
  • Reducir el estigma: Un alumno no es inferior por el hecho de no llegar. No está encasillado cuando el sistema no permite ir más allá. No es menos inteligente que nadie cuando no sabemos adaptar el aprendizaje a sus intereses. Por eso es tan importante adaptar la educación al alumno y tener claro que éste es nuestro principal cliente.
  • Uso efectivo de recursos: Nadie quiere perder tiempo ni dinero y mucho menos cuando hablamos de quienes se juegan su futuro y el nuestro. Todos los alumnos que salgan de cualquier aula y salen a jugar al campo tienen –o deberían tener- un objetivo principal: cambiar el mundo. Por eso es necesario utilizar los recursos adecuados de la forma más efectiva. Esto hace posible la formación a nivel individual o grupal, la diversificación y multiplicación de tareas, la autoevaluación y participación activa del alumno y, sobre todo, generan situaciones no rutinarias.